FRANCFORT.- En plena crisis económica, el Banco Central de Alemania repatriara lingotes de oro almacenados en Estados Unidos y Francia, en una operación de alta seguridad que se realizará durante los próximos ocho años.
Las 374 toneladas de oro alemán que están depositadas en bóvedas en París se trasladarán a las arcas del Bundesbank en Fráncfort hacia 2020, informó el establecimiento. Alemania repatriará además otras 300 toneladas de oro almacenadas en Nueva York.
En total, el país traería de vuelta 36.000 millones de dólares en oro, a los precios actuales, lo que representa el 19% de sus reservas en este metal, que son las segundas más grandes después de las estadounidenses. Una vez que se completen los traslados, Fráncfort poseerá la mitad de las 3.400 toneladas que conforman las reservas alemanas en oro, las cuales totalizan unos 183.000 millones de dólares. Nueva York retendría el 37% y Londres el 13%.
Desde luego, el Bundesbank no está dispuesto a revelar cómo garantizará la seguridad de la valiosa carga en su viaje de regreso a Alemania, mucho menos en la misma semana en que un grupo de ladrones cavó un túnel de 30 metros (100 pies) para llegar a la bóveda de un banco en Berlín y perpetrar un robo. «Por motivos de seguridad no podemos hablar de eso, en parte para proteger el oro, pero también para proteger al personal que realizará el traslado», dijo Moritz August Raasch, vocero del Banco Central.
«Cuando un Banco Central mantiene oro, crea confianza», aseguró Carl-Ludwig Thiele, miembro de la mesa directiva del Bundesbank. «Si yo tengo oro en mis bóvedas, debo verificarlo yo mismo», sostuvo, agregando que «una mudanza completa no es apropiada».
Durante la Guerra Fría, Alemania mantuvo en el extranjero buena parte de su oro, ante el temor de que éste pudiera caer en manos de la Unión Soviética en caso de una invasión. Otro motivo de aquella decisión fue que resulta más fácil cambiar las reservas por divisas extranjeras en Londres, París y Nueva York, donde se realizan los intercambios internacionales de oro.
Dado que Francia adoptó el euro hace más de una década, al igual que Alemania, no resultaba ya necesario guardar el oro en París, señaló el Bundesbank. La decisión se tomó después de las críticas esgrimidas el año pasado por la Oficina Federal Auditora, un organismo independiente, que concluyó que el banco central no supervisaba debidamente sus reservas de oro. El auditor sugirió que el banco central realizara inspecciones regulares del oro depositado en el extranjero.
El informe de los auditores anonadó a los alemanes, ya que el Bundesbank es una de las instituciones que goza de mayor confianza en el país, según los sondeos de opinión. El Banco Central dijo que no veía la necesidad de un mayor escrutinio de las reservas, indicando que «no hay duda alguna sobre la integridad de los lugares extranjeros de almacenamiento».
Empero, el debate sobre las reservas de oro, en su mayor parte depositadas en el extranjero, causó las inevitables teorías conspirativas al poner en duda su existencia. Varios políticos pidieron entonces la repatriación de por lo menos parte de esas reservas.
Agencias AFP, DPA, AP y Reuters.