La idea de que podemos diseñar las instituciones sociales a nuestro gusto es un error fundamental.
Las instituciones sociales han surgido mediante un proceso de selección de lo exitoso, no por diseño deliberado.
El Mercado como Sistema Evolutivo
El mercado es un instrumento ingenioso, pero no diseñado, que utiliza el conocimiento distribuido entre millones de personas.
Se adapta a miles de circunstancias que nadie puede conocer en su totalidad.
Los precios del mercado guían a los individuos en el interés social, incluso sin que estos lo sepan conscientemente.
La Incomprensión de la Justicia en el Mercado
Las personas ingenuas, sin conocimiento de economía, asumen que la distribución del ingreso es deliberada y, por lo tanto, injusta.
El mercado es como un juego donde el resultado para los individuos es impredecible, ya que utiliza más información de la que cualquiera conoce.
Un resultado impredecible y no diseñado no puede ser «justo» en el sentido de una distribución deliberada, similar a un juego de azar.
La Imposibilidad de la Planificación Central
La gente se resiente de la imprevisibilidad del mercado y cree que el gobierno podría diseñar una distribución «justa».
Esto es imposible, ya que requeriría que una autoridad central controlara y utilizara toda la información ampliamente dispersa sobre hechos, circunstancias y talentos individuales.