Javier Milei y Diego Giacomini – Economia al Cuadrado 50 – 2019

Programa #50: Libertad y Crítica al Estado

  • Celebrando 50 ediciones de total libertad de mensaje y filosofía económica.
  • Reafirmando la posibilidad de expresar ideas libertarias sin condicionamientos, a pesar de ataques en redes.
  • El programa aborda las intervenciones binarias del Estado y desmitifica varios conceptos.

El Presupuesto Público: Violencia y Distorsión

  • Considerado la mayor intervención binaria del Estado sobre los individuos.
  • Representa lo que los políticos planean recaudar y gastar.
  • La recaudación es vista como ingresos obtenidos por la fuerza, ejerciendo el monopolio coactivo del Estado.
  • El Estado es un ente etéreo, utilizado por burócratas para su beneficio.
  • Un mayor presupuesto implica más violencia, distorsiones, carga para la economía privada, menor generación de riqueza y bienestar social.

Impuestos: Robo Legalizado y la Verdadera Grieta

  • La presupuestación de ingresos gubernamentales se asemeja a la de ingresos criminales: toma forzosa de ingresos sin contraprestación.
  • El gobierno cobra impuestos, los criminales roban; el gobierno emite dinero fraudulento, los criminales falsifican. La diferencia es la legitimación.
  • Mayor presión fiscal = más violencia, distorsiones y efectos negativos.
  • La discusión clave es reducir la presión tributaria y el gasto público al máximo.
  • El «impuesto neutral» es un mito; siempre altera el mercado.
  • Los impuestos crean una «grieta» real: políticos vs. productores y trabajadores.
  • Los políticos obtienen ingresos sin generar bienes o servicios voluntarios, operando fuera del libre mercado.

El Gasto Público: La Peor Forma de Gastar

  • Basado en las cuatro formas de gastar de Milton Friedman, el gasto público es la peor: gastar dinero de otro en otro.
  • No hay economización, búsqueda de precios ni consideración del esfuerzo detrás del dinero.
  • Es ineficiente porque quien gasta no conoce las necesidades o preferencias de quien recibe.
  • El gasto público tiene, en el mejor de los casos, valor económico cero, ya que nadie lo paga voluntariamente.
  • Al financiarse con impuestos (dinero tomado por la fuerza), reduce la capacidad de los privados para gastar en bienes y servicios voluntarios, resultando en un valor económico negativo para la sociedad.

Obra Pública: Gasto, No Inversión, y Criptonita para el Crecimiento

  • La obra pública es un gasto, no una inversión genuina, ya que no se financia con ahorro real para aumentar la capacidad productiva.
  • En Argentina, la inversión pública ha sido sustitutiva de la inversión privada, frenando la acumulación de capital y el crecimiento.
  • El financiamiento es crucial: impuestos, impuesto inflacionario o deuda (altas tasas de interés) matan la inversión privada.
  • Estas tres variables son «criptonita» para la inversión, la acumulación de capital y el crecimiento.

Corrupción: El Costo Oculto del Estado Grande

  • La obra pública y otras cuentas del gasto público alimentan la corrupción.
  • Un estudio del BID revela que Argentina tiene un malgasto público equivalente al 7.2% del PBI (filtraciones, malgasto en compras y empleo público), el más alto de la región.
  • La corrupción es un contrato entre burócratas y empresarios que trafica gasto público financiado con impuestos.
  • Existe una correlación directa: a mayor gasto público, mayor corrupción.
  • La única forma de reducir la corrupción es reduciendo el gasto público y su financiamiento vía impuestos.
  • Argentina tiene la mayor corrupción de la región debido a su mayor tamaño de Estado y mayores impuestos.

Inflación: El Robo Silencioso de la Casta Política

  • La inflación es un fenómeno monetario resultado de la pésima política del Banco Central, cooptado por la clase dirigente.
  • El Banco Central sirve para perpetuar los privilegios de la casta política, financiando sus «delirios fiscales».
  • La inflación castiga al más pobre y redistribuye recursos a favor de la casta política.
  • La Escuela Austríaca explica que quienes reciben el dinero recién impreso primero (políticos) se benefician al gastar antes de que suban los precios.
  • Los trabajadores, que reciben el dinero último, son los más perjudicados.
  • Filosóficamente, el Banco Central debe ser cerrado para evitar el uso de la emisión monetaria en beneficio de la casta política y porque la inflación no bajará sin demanda de pesos.

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