La «casta política» insiste en la misma estrategia electoral: mantener el dólar nominal estable para abaratarlo en términos reales.
El objetivo es impulsar el consumo y la demanda agregada para ganar votos.
Esta política genera una estabilidad artificial y transitoria, seguida de saltos del dólar, aceleración de la inflación y caída de la actividad económica.
Este patrón se observó en 2013, 2015 (gobierno Kirchner) y 2017, 2019 (gobierno Macri).
Evidencia Histórica y Deterioro de Resultados
Tipo de Cambio Real y Actividad: El dólar se abarata en años electorales, impulsando la actividad temporalmente (2013, 2015, 2017). Sin embargo, en 2019, los costos son mayores y los beneficios (recuperación de actividad) son menores.
Devaluaciones Post-Electorales: Las devaluaciones ocurren sistemáticamente después de los ciclos electorales (2014, 2016, 2018), pagando los «platos rotos» de la política previa.
Inflación vs. Actividad (Primeros 6 meses electorales): En 2019, la inflación acumulada es el doble que en ciclos anteriores con la misma estrategia, mientras que la recuperación de la actividad es significativamente inferior.
La Dinámica del Dólar Nominal y el Balance del Banco Central
Saltos del Dólar: El dólar ha experimentado saltos (ej. de 30 a 42, luego de 37-38 a 45-46), seguidos de estabilizaciones temporales y pequeñas bajas, antes de un nuevo salto.
Balance Quebrado del BCRA: El resultado de la política monetaria está ligado a la salud del balance del Banco Central. Un balance quebrado (pasivos crecientes frente a activos decrecientes) es una promesa de devaluación futura.
Activos y Pasivos:
Las reservas de libre disponibilidad (activos reales) caen a un ritmo de -2.4% mensual en el primer semestre de 2019.
Los pasivos del BCRA (Leliq, base monetaria) crecen a un ritmo de +3.4% mensual (Leliq +7.4% mensual).
Esta dinámica (pasivos suben, activos bajan) es similar a la previa a la devaluación de agosto de 2018.
Patrimonio Neto del BCRA: Las devaluaciones mejoran temporalmente el patrimonio neto negativo del BCRA, mientras que la estabilidad cambiaria forzada lo empeora. El deterioro actual sugiere un nuevo salto cambiario.
Consecuencias para los Ciudadanos: Empobrecimiento y Mayor Inflación
PBI per cápita: La riqueza generada se desploma. El PBI per cápita en 2019 será un 11% menor que en 2011, 7% menor que en 2015 y 6% menor que en 2008.
Inflación Acumulada (24 meses): La inflación muestra una tendencia alcista. De un 53.8% inicial, se proyecta que cierre 2019-2018 en un 112.9% (escenario optimista).
Perspectiva Futura: Sin reformas estructurales serias, la economía se dirige inexorablemente a un equilibrio con un tipo de cambio real más elevado (dólar más caro en términos reales) y saltos nominales cada vez mayores.