El ministro desestima las afirmaciones de que la intervención de EE. UU. comprando pesos argentinos sea una «injerencia indebida» o una «pérdida de soberanía», calificándolas de «disparate».
Compara el apoyo de EE. UU. con la frase «whatever it takes» de Mario Draghi para preservar el Euro, indicando un respaldo total.
Afirma que EE. UU. está diciendo: «Argentinos, vamos a hacer lo que sea necesario, y más… para que a los argentinos les vaya bien.»
Destaca que es un beneficio mutuo: EE. UU. «compra barato» (pesos subvaluados) y Argentina se beneficia.
Razones del Apoyo Estadounidense
El presidente definió a EE. UU. e Israel como aliados estratégicos desde el primer día, invirtiendo mucho tiempo en construir esta relación.
EE. UU. identificó los recientes eventos como un «ataque político» contra Argentina, no económico.
Existe una alineación económica: el Secretario del Tesoro de EE. UU. (especialista en mercados) cree en el camino económico de Argentina y lo ve como una buena inversión.
El ministro contrasta esto con administraciones anteriores donde, a pesar de buenas relaciones políticas, no había alineación económica.
Impacto Económico y Planes Futuros
EE. UU. continuará comprando pesos argentinos en el mercado libre, dólar financiero, dólar futuro y bonos («todas las herramientas están sobre la mesa»).
Beneficios directos: reducción de tasas de interés, mayor acceso al crédito para empresas, fomento de la inversión en la economía real.
El impacto no será inmediato en el bolsillo de los argentinos (no para el 20 de octubre), sino a largo plazo.
Se esperan anuncios constantes, no solo uno puntual el martes.
Se han anunciado inversiones significativas: $25.000 millones (OpenAI) y un total de $80.000 millones (minería, YPF, IA).
La inversión es fundamental para generar crecimiento, empleo y mejores salarios.
Política Monetaria y Devaluación
El ministro niega cualquier plan de «convertibilidad» o «dolarización».
El esquema cambiario de bandas se mantendrá, y el tipo de cambio flotará dentro de ellas, descartando una devaluación después del 26 de octubre.
Rechaza la idea de una «moneda débil» para ser competitivo, abogando por la reducción de impuestos y regulaciones.
Destaca una reducción récord de impuestos (2.5 puntos en 20 meses).
Identifica impuestos distorsivos: impuesto al cheque, retenciones (nacional) e ingresos brutos (provincial).
La dolarización no es viable actualmente por falta de dólares suficientes para una implementación exitosa; no se ha discutido con EE. UU.
Señala que hay 10 veces más dólares físicos que pesos circulando en Argentina, lo que podría llevar a una circulación natural del dólar.
Reservas y Deuda
El ministro refuta la crítica de no haber comprado más reservas, afirmando que este gobierno compró un récord de $29.000 millones.
Explica que las reservas se utilizaron para cancelar deuda, logrando una reducción de la deuda consolidada de $55.000 millones.
Desestima las acusaciones de «timba» (especulación), vinculándolas a quienes restan importancia al equilibrio fiscal.
Política y Gobernabilidad
La solicitud de EE. UU. de trabajar en la gobernabilidad con la oposición se alinea con los planes del gobierno para reformas de «segunda generación» (tributaria, fiscal, previsional).
El ministro admite su propio error al no involucrarse más en la política.
Reconoce que la «confianza se resquebrajó» con los gobernadores.
Subraya la importancia de que Argentina sea vista como un «país serio» con una dirección clara.
Está abierto a incorporar personas valiosas y alineadas del equipo de Macri.
Mantiene su postura sobre el FISU y los «esquemas de fideicomiso» como «cajas paralelas».
Elecciones y Confianza de Inversores
El ministro asegura que no habrá un cambio brusco de políticas económicas, incluso si La Libertad Avanza pierde por mucho, gracias al respaldo de EE. UU. (ej. para pagos de bonos en enero).
Destaca la importancia de las elecciones para la confianza de los inversores: un fuerte apoyo popular al cambio envía una señal de estabilidad al mundo.
Explica la volatilidad inicial del mercado tras los anuncios de EE. UU. como escepticismo sobre el compromiso estadounidense, que luego fue desmentido.